El Futuro de la Masonería (Editorial de la revista Cultura Masónica)

[Tomado de la revista Cultura Masónica, Año VIII – Nº 24, enero 2016]

El holismo es un concepto creado en el año 1926 por Jan Christian Sus al que definió como «la tendencia de la naturaleza a utilizar una evolución creativa para formar un todo que es mayor que la suma de sus partes» (1927).

Holístico indica que un sistema y sus propiedades se analizan como un todo, de una manera integrada, no solo como la suma de sus partes. Es el nuevo paradigma de nuestra época que significa que utilizamos una visión integral y completa en el análisis de la realidad masónica. Esta realidad se asienta más que nunca en una concepción integral de la persona que produce un nuevo mensaje holístico que busca la energía que se encuentra acumulada y bloqueada para ser liberada a través de los rituales, símbolos y mundo de las ideas masónicos.

El nuevo paradigma holístico de la Masonería debe afectar, además de a todos los miembros de la Fraternidad como teoría dominante, a los demás seres humanos que nos rodean. Nuestro mensaje será el de describir un cambio profundo en un modelo tan fundamental como es la percepción masónica del mundo y sus cosas. Debido a ello, la Masonería debe poseer una naturaleza dinámica, ya que el cambio de paradigma, por muy complejo que sea, producirá una transformación de las ideas que serán mejores que las anteriores. Se tratará pues de aplicar la idea del desarrollo sostenible a la Masonería en el mundo actual en donde la persona es el maestro del universo.

Es verdad que en buena parte del siglo XX se consideró que ser humano se había prendido de un agotamiento vital que nos llevaba a un supuesto mundo futuro reflejado en las distopías muy pesimistas de Aldous Leonard Huxley {1894­1963) con su Brave New World (1932) y en las de Eric Arthur Blair o, si se quiere, George Orwell (1903­1950) con Animal Farm (1945) y 1984 escrita en 1949. El control de los que tienen el poder de la ciencia, la tecnología, la política y la economía se reflejan en un mundo controlado por un Gran Hermano que dice ayudar al ser humano, convirtiéndolo en un esclavo.

Es a partir del año 1989, con la caída del Muro de Berlín, cuando aparecen nuevos horizontes en la vida de las personas que viven con esperanzas renovadas. Hoy en día nos encontramos en medio de una gran transformación que afecta desde los métodos educativos más innovadores, asentados en las nuevas tecnologías, hasta en nuevas formas de reproducción humana. Bancos electrónicos se pueden utilizar para cubrir una información que se necesita en un momento concreto y solo en ese momento. Bancos con técnicas de conservación in vitro para el mundo vegetal, animal y humano que nos conducen realmente a un mundo del futuro.

Además, los grandes países del mundo se encuentran en medio de desarrollos vitales e históricos difíciles de comprender: Estados Unidos retirándose de las orillas peligrosas del mundo árabe y otra vez en relación con viejos enemigos a los que ahora se con­ templa con sonrisas, como es el caso de Japón; a China como una víctima de su dogmatismo que se encuentra paralizado por su narcisismo que recuerda sus tradiciones más inmóviles; a la Federación Rusa que trata de reflotar su viejo poder ante la independencia que se ha generado en algunos de los lugares de la antigua Unión Soviética. A la Unión Europea con sus problemas económicos y ahora migratorios, tratando de celebrar alianzas con la India, Brasil o Canadá, al mismo tiempo que pierde seguidores entre los países africanos, continente en un claro abandono occidental.

Y, mientras tanto, el espacio y los futuros viajes a Marte para ver si hay realmente agua y vida, ocupan el escape de una realidad más cercana, de las mentes que parecen organizar un mundo terrenal lleno de megalomanías que empapan los poderes facticos de un mundo en rebelión contra los poderosos.

Mientras esto ocurre la relación entre el hombre y la mujer cambiará en cuanto a que la mujer necesitará cada vez menos al hombre y éste tratará de ver a la mujer más como una personalidad femenina que él no posee y que se necesita, que como una esposa legal. La educación será un continuo progreso, saltándose así los años de educación primaria, secundaria o universitarias, etapas que desaparecerán. La adquisición de conocimiento será muy amplia, ya que se eliminarán las divisiones entre las áreas del saber que ahora separan el conocimiento. Y, por último, quizás acabemos controlando el momento en el que queremos morir, antes de que llegue la enfermedad y el dolor.

En estos momentos históricos tan desestabilizadores se siente y se palpa la reducción de miembros masones en los Orientes y en los talleres. Se ha perdido cierto interés por asistir a las tenidas en las logias y se comienza a pensar y a decir que la Masonería ya no es útil para los demás seres humanos. Se señala que la Masonería se ha vuelto anacrónica, que está realmente enferma, que se ha hecho convencional e irreconocible perdiendo toda la atracción que tenía. Se ha descuidado el sentido secreto que tenían sus actividades y la idea de que era muy difícil entrar en la Masonería. De aquí que nuestra Hermandad no era para todos los individuos, sino para unos pocos que comprendiesen el misterio de pertenecer a la Masonería. Se percibía la idea de que unirse a la Masonería era algo exclusivo, dado que tendrías el apoyo y la defensa de todos sus miembros si algo le ocurría a uno de los suyos.

La Masonería debe pensar en el futuro y volver a utilizar sus mejores virtudes, eligiendo a personas con una gran responsabilidad hacia sí mismas y hacia los demás. Pero al mismo tiempo, la Masonería debe ofrecer elementos creativos para que su devenir no aburra a los iniciados. Las actividades que se realicen deben ofrecer ideas para que sean pensadas y elaboradas por el Taller y que no nos dejen pensar en que la Masonería es una institución en decadencia.

La Masonería es un orden moral que se asienta en los principios esenciales de la fraternidad, la libertad, la igualdad, la amistad, la entrega y la verdad. Ello se refleja en nuestras planchas y en las personas más antiguas en la fraternidad que nos dan un ejemplo continuo. Este ejemplo está lleno de energía, entusiasmo, idealismo, imaginación, inspiración e ideas nuevas que deben luchar en contra de un pasado nostálgico que se supone fue mejor, aunque esto no sea comprobable. Debemos recuperar el vigor e intentar ejercer nuestra influencia en la sociedad que tendrá que darse cuenta de nuestros principios y buen hacer. Tenemos que eliminar las causas de nuestra posible crisis persuadiendo más y mejor al mundo de nuestro entorno.

En un futuro incierto como es el que se nos viene encima, la Masonería tiene que enseñar, a través de una imagen clara, sus cualidades morales, la dignidad que queremos para todos los seres humanos y los logros en cuanto a la mejora de cada individuo en un mundo difícil de organizar. La Masonería es la Fraternidad más antigua del mundo asentada en tres columnas:· la bondad, la honradez y la justicia, valores que siguen, funcionando en nuestra sociedad como ya lo hacían hace trescientos años cuando se estableció en Inglaterra.

En este número de Cultura Masónica vamos a poder leer, desde espacios masónicos diferentes, perspectivas preocupadas y muy sentidas sobre el futuro de la Masonería. En todas ellas se reflexiona profundamente, y los autores, conscientes del dolor que se está produciendo en el descenso de los ritmos históricos de la Masonería contemporánea, buscan su sentido. más profundo, las esencias más talladas, en una piedra que siempre estará ahí, aunque haya que pulirla de distintas maneras y con tiempos diferentes.

Como coordinador de este número he creído conveniente introducir la Carta erudita número 16 escrita por el señor D. Fr. Benito Jerónimo Feijoo y Montenegro, Maestro General del Orden de San Benito del Consejo de S. M. (1676­1764) perteneciente a la primera Ilustración española, contestando ya en su tiempo a la pregunta: «¿qué son los francmasones que tanto ruido hacen en el mundo?». Hoy en día no queremos hacer : ruido solamente, pero sí que se nos oiga en todas partes, puesto que queremos participar en el futuro que percibimos como lleno de conflictos en los que nos podemos involucrar para ayudar a construir un mundo cada vez mejor.

Por eso, la preocupación y el sentido de un futuro que debe ser optimista se mezclan en «Proyecciones y desafíos de la Masonería en el siglo xxr» de Ángel R. Medina en donde se nos habla de la obligación que tenemos los masones de disolver «la ceguera iniciática» que impide la evolución hacia un mundo más optimista, en donde pensemos en la Masonería desde una perspectiva corporativa, moderna, asentada en una docencia masónica innovadora. En «Tan perdurable como el ser humano» de Valentín Díaz se nos señala que es necesario un verdadero· «aggiornamento» de la Francmasonería para evitar la pérdida de su autenticidad. En el «Futuro de la Masonería», Álvaro Marcos Garzón nos expone que una de las funciones que debe cumplir la Masonería es la de ser «una escuela de ciudadanía» que impida la deriva de la línea marcada por un rumbo histórico que compromete al masón con el mundo más actual. En «La libertad irrenunciable», Belén Cicuta manifiesta a la idea de «libertad» como el más valioso principio de futuro de la Masonería. De todas formas, nos habla de la lucha dialéctica entre nuestra esencia más íntima, seres compuestos por una dualidad dialéctica que tensa los opuestos, la sociedad y la cultura, nuestra segunda naturaleza, permitirá que los humanos se conviertan en abominables figuras o en armónicas formas; y esto en nombre de la ciencia, del arte, de la moral o de la política. Por todo ello, nos dice que tenemos la tarea urgente y compleja de repensar la libertad. Defenderla y salvarla, sobre todo salvarla, porque, en palabras de Víctor Hugo, salvando la libertad, salvaremos también todo lo demás.

En mi propio artículo, «Atomismo y holismo en el futuro de la Masonería», me inclino por entender a la Masonería como un conjunto que vale más que la suma de sus partes, en contra de un mundo atomizado y disperso que ha desorientado a la persona, alejándola de la búsqueda de la Luz. Galo Sánchez en su artículo «De dónde viene y hacia dónde va el Supremo Consejo del Grado 33ª para España» manifiesta la necesidad del conocimiento práctico para entender a la filosofía de la Masonería como ética de la vida y concepción del humanismo. Es decir, una vida en armonía llena de ideales y de practicidad constructiva, que hoy debe seguir siendo una escuela de formación multidisciplinar en el mundo. María Helena Carvalho dos Santos en su artículo «Viaje al futuro o la Masonería cuestionada» realiza un viaje al futuro desde el pasado y desde la historia de la Masonería referida a Portugal.

Señala que no puede entenderse la entrega masónica separando a la Masonería de un futuro construido sobre las ideas de Libertad, Igualdad y Fraternidad. La edición del libro Las Constituciones de Anderson(1723) entra en la historia del mundo dándole a la Masonería un estatuto social y cultural. Es en realidad el libro que introduce la Modernidad y construye el futuro de la Masonería que llega a Portugal a pesar de los tiempos de persecución entre los siglos XVIII al XX. Aquí no dice la autora que en Portugal la Masonería se prohibió de 1929 hasta que volvió reforzada cuando llegó la libertad en el año 1974.

«Somos todos ibéricos» de lnácio Ludgero es un trabajo que trata, desde el punto de vista histórico, unir a Portugal con España. Desde el año 1820 las sociedades secretas liberales españolas tratan de difundir elIberismo aunque sin éxito. De todas las maneras el Iberismo inspiró a la cultura portuguesa y española y a la política del general Prim. La izquierda en su momento rechazó la idea del Iberismo, tratando de sustituirla por la de hispanismo y hasta el mismo José Saramago nos habla de la separación geográfica de la Península Ibérica frente a la unificación europea. Pero, como se puede leer en este artículo, es la Masonería en el momento actual la que continúa con la idea del Iberismo como sueño utópico, al que el autor de este estudio, se apunta.

Manuel Rajo en su artículo titulado «Fraternidad» desarrolla los conceptos de fraternidad, felicidad, ética, altruismo y solidaridad, ideas que preocupan históricamente. Desde los estoicos se defiende la fraternidad universal que va evolucionando como concepto esencial asentado en los sentimientos sociales, en la unión con el prójimo y en la necesidad del otro, en una fraternidad a la que se podría llamar socialista. Pero la fraternidad masónica se adentra en los territorios más amplios de la libertad, igualdad y fraternidad, cemento que une a los francmasones en el futuro y en la búsqueda real de la felicidad.

Guillermo de Miguel Amieva en su trabajo «Entre la tradición y la utopía (Futuro y sentido de la Masonería especulativa)» hace hincapié en el sentido de ser masón en un tiempo como en el que vivimos. En principio el masón debe perseverar en un camino controlado por la paciencia y la alquimia sobre sí mismo, fomentando la construcción de la fraternidad universal. Para continuar con la mejora personal a través del conocimiento del interior de la persona y sus reflejos. La importancia del sentido iniciático del ritual como unión entre los masones de todos los tiempos. Además, mantener los rituales y el sentido más profundo de la Masonería, nos protegerá de un futuro conflictivo y nos ayudará en los pasos que haya que dar para convertir a la Masonería especulativa en una de futuro, aunque pueda ser con diferentes propósitos constructivos.

Por último, en «La masonería en el siglo XXI; ¿tradicional o virtual?» de Adrián Mac Liman se nos dice que en los actuales foros masónicos se comienza a hablar de las cibertenidas como de una idea de futuro. Es decir, se especula sobre la idea de una Masonería virtual dentro del conflicto social de esta época, en la que se palpa falta de interés hacia los ideales de la Organización. Este alejamiento de la realidad papable parece provenir de las desigualdades, personalismos e inmovilismos. Debido a ello, el autor de este artículo, cree que es necesario afrontar los retos que impone el cambio en el mundo, ahondando en las calidades de la Masonería.

José Luis Caramés Lage

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BIBLIOGRAFÍA UTILIZADA

Crafford, F. S., (1943), Jan Smuts, A Biography. Kessinger Pub., Londres.
Smuts, Jan Chistiaan, (1927), Holism and Evolution, MacMillan and Co., Londres.