Siempre entre nosotros, Q:.H:. Lin

El sábado 30 de abril de 2016 tuvo lugar la tenida fúnebre por el viaje al Oriente Eterno del Muy Querido Hermano G:.N:.V:. (Lin) en la sede de la Respetable Logia Andamana Nº 3. Estuvieron presentes también familiares, amigos y otras invitados. La magna ceremonia resultó emocionante y solemne.

A continuación el discurso del Q:.H:. Stephanus, H:. Orador de la Logia:

Q:.H:.Lin, al igual que un bebé empieza a moverse por la casa en busca de no sabe qué, tal vez llevado por la curiosidad, o quizás por un simple impulso de la vida, comenzaste un día no solo con tu blog, sino hacía tiempo desde Valsequillo y las Canteras, pasando por Global y esta asamblea de hermanos así como por los escabrosos senderos de la solidaridad, a la cual vestías con diferentes nombres socio-políticos, eso sí nunca tu solo sino en común andar con otros, así comenzaste  a gatear por el árbol de la vida, como tú bien nos decías, esperando un camino duro- no te engañaste en tu pronóstico- pero gratificante- tampoco te equivocaste en el objetivo..

De ahí que:

Daba el reloj las doce  …
y eran doce golpes de azada en tierra…
…  ¡ Mi hora ! – gritaste-.-…
El silencio te respondió:
No temas …

Dormirás muchas horas todavía
sobre la orilla vieja,
y encontrarás una mañana pura
amarrada tu barca a otra ribera.

(Antonio Machado.- La Otra Rivera)

Q:.H:. Déjame este día dirigirte a ti aunque no te vea y aunque algunos no me entiendan, pero sabiendo que nos escuchas, aunque sigamos en la orilla vieja. Déjame seguir aprendiendo hoy de tus lecciones cuando, recurriendo a Pitágoras, nos recordabas, en tus enseñanzas por escrito que «Es preciso, callarse o decir cosas que valgan más que el silencio. Vale más que arrojéis una piedra al azar que una palabra ociosa e inútil. No digáis poco en muchas palabras, sino en pocas decid mucho». Ya al inicio del Gabrielando tenías claro tu camino y tu meta pues “Moverse es vida, y la quietud nuestra muerte. Aun sabiendo, nos decías, que mi destino final es encontrarme con el Gran Arquitecto del Universo, sé que no podría alcanzarlo sin la ayuda de mi familia, hermanos, maestros, amigos, compañeros, o tal vez, ¿quién sabe? de ti mismo”.

Y así hasta el último de tus mensajes cuando Al atardecer, invitabas al barranco y las montaña de Guayedra, “a mostrarse desnuda sin adherencias foráneas dejándoles bien claro su tarea:

Abona y renueva los campos energéticos, y elimina la mala hierba, estancada y tóxica; haz que circule y fluya la savia de un tiempo nuevo. Pon especial atención a mantener arada y despedregada la mente para llenarla de árboles frutales y plantas silvestres, que hermosas florecerán todo el año y darán gustos diversos y auténtico a la miel de las abejas. Atiende y limpia el corral sin frontera del alma, alimenta con granos de maíz a las gallinas ponedoras y a todo aquel que aliviará tu propio sendero”( todo un simbolismo aplicado a la humanidad)

Todo ello lo hacías porque tú también lo intentabas poner en práctica:

¿Buscaban a un hombre solidario? Allí estabas tú “Defensor de las empresas de economía social y coordinando con otras instituciones u organizaciones una respuesta adecuada a los problemas de sectores sociales donde querías ver crecer la igualdad de todas las personas.

Te recuerdo, mejor te recordamos (pues, como sabes, no hablo en mi mero nombre, sino en el nombre del colectivo fraternal hablando de la suerte que tenías con los que te rodeaban. Lo resumimos recordándote como buen compañero y mejor padre, amante y enamorado de su isla mágica Fuerteventura.

Recuerdo preguntarte por algo que había pasado mucho tiempo antes y fue notorio en la opinión pública. ¿Cómo se te ocurrió presentarte en unas primarias frente a otro compañero imagino que sabiendo no tenías oportunidad alguna? Tu respuesta fue muy clara: Soy contrario al pensamiento único, era importante favorecer la reflexión y dar a todos la oportunidad de expresarse libremente. Si alguien podía ser beneficiado por ello era el otro compañero ya que así constataba el número de quienes seguían confiando en su persona.

Tu compromiso político con los valores democráticos y progresistas y tu convencimiento en la necesidad de lograr una mayor justicia social ha quedado claramente expresado a través de tu estilo de trabajo en Global). Y ya jubilado no cesaste en tu compromiso con los derechos de las personas y en la solidaridad con quienes sufrían de cualquier forma.

Prueba de ello está en tu tolerancia ante las ideas o creencias ajenas; tu búsqueda de la verdad que trasciende al mundo sensible; el amor incondicional por la familia; tu capacidad para expresar públicamente sus pensamientos y sentimientos a través de Internet con profundidad y dignidad, abriéndose al mundo.

Discúlpame Q:.H:., ya sé que no te gusta digamos estas cosas de ti, que hiciste lo que tenías que hacer y punto. Pero no puedo olvidarme de tu gesto sonriente escuchando al otro como si quisieras hacer tuyo lo que se te compartía, de tu generosidad para con todos los que tuvieron la fortuna de tratarte y no digamos nada de tu entereza ante la enfermedad y la muerte. Chapeau, hermano. Me quito el sombrero. En estos dos últimos años eras una lección viviente, tal que el dolor no te quito la sonrisa

Lo sabías y nos lo enseñas de nuevo hoy mismo: Somos mortales y algún día dejaremos el ser. La certeza de la muerte hace que nuestra vida sea importante para nosotros.

Hoy que ya no estás aquí visible, nos preguntamos, Pero, ¿te hemos perdido para siempre? De ninguna manera. Tus formas visibles se desvanecen, pero nos quedan tu nombre y tu memoria, el ejemplo de tus virtudes y de tu benéfica acción. Y de la misma forma que viviste con nosotros, ¡vive ahora por siempre con el Gran Arquitecto del Universo.

Por eso ahora mismo aquí en esta asamblea de hermanos de todos los lazos, en el silencio de la misma te escuchamos, …y escuchamos cómo con tu suave voz nos dices:

Yo soy un hijo de la tierra.
Por la tierra camine muchos anos.
Me acuesto en la tarde de mis días
y renazco a la vida en una nueva mañana.
Mi vida sigue puntualmente los ritmos de los tiempos.
Yo soy un hijo de la tierra.

Yo siempre seré fiel de la tierra.
Yo siempre seré fiel a la tierra.
Cuando muera o renazca, seré fiel a ella.
Mirad, ahora vuelvo a florecer;
me estoy renovando,
según los ritmos milenarios del tiempo.

(El Libro de los Muertos, de la religión del antiguo Egisto)

La verdadera hermandad es eterna, nuestro sentimiento es tan profundo y sincero, pero estamos regocijados ya que el cuerpo perece pero sus recuerdos y esencia prevalece, la vida vence a la muerte.

Queridos hermanos y hermanas. Permitan me dirija ahora a ustedes:

“¿Cuál es el último punto al que se dirigen todas las existencias humanas? ¿Cuál es, H:.H:. míos, ese punto céntrico inevitable y fatal? Una fosa, la muerte, abismo inmenso e insondable en donde se confunden todas las glorias, las riquezas y las miserias, los goces y los dolores. H:.H:. tal es el término de la vida humana: la muerte, esa niveladora inexorable, esa implacable portadora de igualdad.”

“ Luego, ¿ Qué ventajas nos proporciona, durante tan corta existencia, el poder adquirido a veces por la opresión, sembrando en derredor nuestro los odios, las lágrimas y la sangre de nuestros semejantes?. ¿Qué valen, ni de que sirven las riquezas acumuladas, a menudo, con el trabajo ímprobo, las privaciones y la miseria de nuestros H:.H:.?

“Nuestro hermano Lin fallecido ha cumplido su destino sobre la tierra. Humilde y querido, su nombre nos recuerda a un hermano que por la nobleza de sus acciones, por su conducta ejemplar, merecieron nuestra estimación y nuestro cariño; ello se conserva grabado en nuestros corazones, cual un dulce imperecedero recuerdo.”

“Rindamos, pues, el más puro homenaje a los corazones modestos y sencillos que suministran a la sociedad sus miembros más útiles y virtuosos, como son los trabajadores, los profesionales, los pensadores, los padres de familia y los buenos ciudadanos; porque, si aquellos desaparecieran del mundo, las aspiraciones inútiles, las mezquinas ambiciones, la pereza y la ignorancia se apoderarían de la sociedad, amenazando su organización y lanzándola fuera de la vía de su progreso moral y material. Respeto y cariño para estos hermanos que jamás abandonaron los principios de nuestra institución, conservando hasta el último día la convicción de masón y la amistad fraternal que lo unían a sus H:.H:.”

“El G.·.A.·.D.·.U.·. ha llamado al H:. Esta pérdida ha llenado de luto nuestros corazones, pero el masón que conoce las leyes que gobiernan el mundo, las acepta, conservando vivas la fe y la esperanza. Todo es destrucción y reproducción en el Universo, donde alternan vida y muerte. El presente existe sobre las ruinas del pasado y el porvenir tendrá su base sobre las ruinas del presente. Ante este misterio insondable de la desaparición y de la reproducción indefinida de los seres, debemos inclinar nuestra frente ya que al lado de la tumba que nos arrebató nuestras afecciones más caras, se encuentra siempre una cuna que reclama nuestro amor y exige nuestros más exquisitos cuidados.”

En esta sociedad, tan llena de individualismo, no es nada fácil encontrar personas que como Gabriel, se conservara hasta sus últimos días, invariablemente en la misma posición ideológica de toda su vida, marcado con unos PRINCIPIOS de fondo que en la última etapa de su vida los concretó en la trilogía LIBERTAD, IGUALDAD Y FRATERNIDAD. Unos principios que llevan a la acción permanente.

Por eso, los masones cuando fallecen pasan a formar parte de esa continua referencia en su trabajo masónico, en este caso a través de un viaje inmóvil van hacia el Oriente Eterno. Y el ORIENTE para nosotros es un punto, un eje, una ubicación frente a la que situarse, ya que es el origen de la Luz, representada por varios elementos como el Sol, y también está la semioscuridad que representa la Luna, cuyos universos están situados en el Oriente.

Es un viaje inmóvil del que se toma conciencia cuando se tocan con la punta de los dedos los últimos destellos de la vida, de tal manera que es un viaje desde la quietud de la conciencia hacia un no se sabe qué… 


Hoy las aceras me gritan que no estás
y tu ausencia, sin embargo, se sigue haciendo presente.

Creíste que el dolor le mataría
pero un día descubriste
que tanto lo quisiera como no
cada mañana amanecía.

Y aprendiste a recibir a las mañanas
como recibe la flor la escarcha fría
cobijando el sufrimiento en tu mirada
inventando, sin saberlo, un nuevo día.

Y borró de su mente las distancias
ya jamás quiso saber del tiempo.

Siguió por la vereda caminando
a solas con él y su silencio.

Quisiéramos retener tu mirada en nuestras retinas
por un instante,
tan fugaz como eterno
tan cercano y distante.

Desde el fondo del alma, hermano Lin,
te saluda mi inmensa gratitud.
De tu mano queremos seguir,
combatiendo el error, las mentiras y las dobleces;
ayúdanos a seguir trabajando
para que impere en el mundo la razón
y a matar de una vez y para siempre
la terrible y fatal desigualdad.