El huevo

Extracto sobre la simbología del huevo publicado en el «Prontuario dialogado de la masonería», de Luis Umbert Santos y publicado México en 1951.

APRENDIZ.- El huevo, ¿tiene algún simbolismo en la Masonería?

MAESTRO.-Es uno de los emblemas más interesantes, símbolo del mundo, o del caos; de esa materia primordial, informe, tenebrosa, acuosa e inerte, de donde éste ha salido, por la voluntad activa, por la fuerza de un ser superior, preexistente o coexistente, que figura como elemento primitivo en las teogonías de todos los pueblos. Los fenómenos de la incubación contribuyeron eficazmente al desarrollo de las teorías filosóficas de este sistema. El huevo fue desde los primeros días, el símbolo de la materia primordial, confusa e inorgánica que encerraba el germen de todas las cosas. El germen depositado en la yema del huevo, representó el alma del mundo, la fuerza vital y la-tente; la yema fue considerada como el emblema del Sol o del fuego, que calienta, que incuba, que fecunda. La materia blanca y líquida que rodea la yema vino a ser el éter límpido y luminoso, o sea ese océano ígneo, en el cual, según las creencias de la Antigüedad flotaban el Sol y todos los astros luminosos.La cáscara del huevo, por último, representó el cielo que limita por todas partes al globo que habitamos, o también a la bóveda del cielo y la tierra, base del edificio del mundo.

APRENDIZ.-Es interesantísimo el emblema de huevo. ¿Por qué no nos hablan de él los libros masónicos?

MAESTRO.-En los libros sagrados de los diferentes pueblos de la Antigüedad, al igual que en las tradiciones, en todas partes, encontraremos el huevo cósmico, el huevo del mundo, flotando sobre las aguas primordiales, incubado por el espíritu, el soplo, el fuego divino, dando el ser a todo lo que existe. En la India encontramos a Bahavani, que es creado por Brahm, el dios irrevelado, anterior al tiempo y al mundo: del seno de la diosa escapan tres huevos, de los que pronto nacen las tres personas de la Trimurti, que desarrollan el rudimentario universo. Según el antiguo código de Manú, Brahm emana de las aguas primordiales, en las que deposita un germen del que nace un huevo brillante como el oro, que encierra, en sí mismo a Brahm, o sea el primer Demiurgo, Brama desarrolla el huevo y hace salir una Trimurti inteligente y animadora; le divide en seguida y forma el cielo y la tierra, colocando en el centro la atmósfera, las altas regiones celestes y el receptáculo permanente de las aguas.

APRENDIZ.-¡Bella definición emblemática me está dando usted con respecto al huevo!

MAESTRO.-En Egipto, Ceeph se cernió sobre las olas del océano primitivo con el huevo en la boca. Osiris encierra dentro de un huevo dos figuras piramidales blancas, símbolo de los bienes que quería esparcir entre los hombres; pero Tifón, su herma-no, había introducido sigilosamente en él doce pirámides negras, emblemas del mal, que siempre va confundido con los bienes de la tierra. La cosmogonía órfica, reflejo de las creencias orientales, nos presenta el légamo depositándose en el fondo de las aguas tenebrosas, produciendo a Heracles o Cronos con el cuerpo de serpiente, la cabeza de león y el rostro de un dios.Cronos produce un huevo inmenso que se rompe por un cho-que, dividiéndose en dos partes, de las que la superior viene a formar el cielo, que es un dios, y la inferior, la tierra, que es una diosa. En otro sistema, el Caos, después de innumerables edades, toma la forma de huevo, que tenía en sus inmensos costados dos alas y dos serpientes. La noche le incuba bajo sus tenebrosas alas, y sale de él un ser hermafrodita que clasifica los elementos y separa el cielo de la tierra. Astarte nace también de un huevo caído sobre las aguas terrenales, depositado por los peces e incubado por las palomas.Entre los fenicios, encontramos la serpiente, símbolo de la inteligencia, teniendo el huevo del mundo en la boca. El huevo de la serpiente desempeñaba un importante papel en la Galia druídica, y en la misma Oceanía sale también de un huevo el creador de las islas, del cielo y de los mares que las rodean. Por esto el huevo alado, repetimos, es uno de los emblemas más interesantes del simbolismo masónico, en el que se representa el principio de la fecundidad, o sea el origen de la vida.

Imagen de la entrada: fotografía del autor Viergach, pixabay.com

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