El largo camino de la masonería canaria (II)

“…caminante no hay camino
se hace camino al andar…”

Antonio Machado ( O.·. E.·. )

Por primera vez la Masonería Canaria no constituye un paréntesis en la historia de las Islas Canarias; Afortunadamente, las circunstancias sociales y políticas en que se mueve el Archipiélago presagian un futuro democrático permanente con las garantías que se reflejan en la Constitución Española, de donde se desprende que el desarrollo de la francmasonería en Canarias seguirá un camino normal y paralelo al de otros países con tradición masónica perenne de siglos.

Al final de uno de esos intervalos de libertad y a las puertas de la Dictadura de Primo de Rivera se creó la Gran Logia de Canarias en el año 1.922, primero con tres logias, Añaza Nº 1 en Santa Cruz de Tenerife, Abora Nº 2 en Santa Cruz de La Palma y Andamana Nº 3  en Las Palmas de Gran Canaria; más tarde en plena II República, en 1.934, levantó columnas la logia Acacia Nº 4 en el Puerto de la Luz de la isla de Gran Canaria, poco antes de que la autocracia, el fanatismo y la intolerancia volviesen a imperar en España durante cuarenta y un años. Sin embargo, esos talleres estaban vinculados al Gran Oriente de España, ya que por medio de esta obediencia se conectaban con la Fraternidad Universal puesto que la Gran Logia de Canarias no tenía el reconocimiento de otras potencias masónicas.

Refundada la Gran Logia de Canarias el 2 de Mayo de 1.996 en una tenida conjunta de ocho logias regulares que le daban legitimidad de origen y a pesar de continuar creciendo con talleres en Tenerife, La Palma, Gran Canaria, Lanzarote, Fuerteventura y siete talleres más en la Península; pero faltaba el respaldo de otras potencias masónicas, para legitimar a nuestra Obediencia en el contexto de la francmasonería internacional. Eso se consigue con el Tratado de Amistad y Reconocimiento con la Gran Logia de Francia firmado por los Grandes Maestros de ambas potencias en Octubre de 2.000 en los Valles de Tenerife bajo las columnas de la Respetable Logia Añaza Nº 1. Pero esa relación no sólo se expande con los tratados de amistad con la Obediencia francesa, sino que en mayo del año siguiente, la Gran Logia de Canarias es aceptada como miembro de la Confederación de Grandes Logias Unidas de Europa en la II Convención que se celebró en Belgrado, donde se acordó también, celebrar en Canarias el mes de Mayo del año 2.002 la III Convención de las GG.LL.UU. de Europa; acontecimiento que, con independencia del éxito de las sesiones celebradas conjuntamente en los Valles de Tenerife y Gran Canaria, ha constituido la confirmación de la masonería canaria como obediencia autónoma en el contexto internacional, participando en las siguientes convenciones celebradas en los años siguientes, y de 29 de mayo a 1 de junio de 2008 se celebró de nuevo en Canarias la IX Convención con gran éxito.

En otro orden masónico, los hermanos de la Gran Logia de Canarias que poseían los Grados filosóficos del Rito Escocés Antiguo y Aceptado agrupados en el Supremo Consejo del Grado 33 y Ultimo de las Islas Canarias abatieron columnas para crear el Supremo Consejo de España del Grado 33, instalándose a su primer Soberano Gran Comendador en el año 2.002 por su homónimo del Supremo Consejo de Francia, que en el año 2.004 celebró el doscientos aniversario de su creación, en un acto inolvidable. Ese mismo año ya se participó en la II Convención de Supremos Consejos del Mundo celebrada ese en Atenas, en el que intervinieron treinta y seis supremos consejos de países europeos, americanos y africanos. En diciembre de ese mismo año se levantaban columnas en Madrid de una Logia de Perfección, que se añadía a otras cuatro existentes en Canarias, y a los tres Capítulos, más el Areópago Islas Canarias y el Consistorio Unión Canaria que ya existían en el Oriente de las Islas Canarias. Y ese crecimiento ha continuado, ya que en el paso mes de septiembre se levantaron columnas de un Capitulo Rosa Cruz en el O. de Madrid y una Logia de Perfección en el O. de Valencia. Recientemente, a continuación de la celebración en Paris del segundo centenario del Supremo Consejo de Francia, una delegación de nuestro Supremo Consejo de España acude a las ocho Convenciones de Supremos Consejos del Mundo celebradas.

Pero la Gran Logia de Canarias saltó sus fronteras insulares y levantó columnas en la Península Ibérica española, creando ocho talleres en los Orientes de Cataluña, Valencia, Madrid, Guipúzcoa y Extremadura que el 29 de abril de 2.006 constituyeron Gran Logia Confederada de España, día en que su primer Gran Maestro, M:. R:. H:. Christian J., fue Instalado por mí en la condición de Gran Maestro de la Gran Logia de Canarias en esa fecha, auxiliado por el M:. R:. H:. Alain Polzuarnik, Gran Maestro de la Gran Logia de Francia, y el M:. R:. H:. Viorel Danacu, Gran Maestro de la Gran Logia de Rumanía. Esta nueva Gran Logia esta aceptada como miembro de las Grandes Logias Unidas de Europa.

También se han renovado los cuadros orgánicos de la Gran Logia de Canarias con la elección del M:. R:. H:. Ulises33 como Gran Maestro y, posteriormente el M:. R:. H:. Garibaldi33 que ocupa la gran maestría en la actualidad, perfeccionándose a la vez las normas constitucionales y reglamentarias,; así como los mecanismos administrativos y de organización de la Gran Logia.

Ese es el humilde camino que ha recorrido nuestra modesta Obediencia que nos ha permitido situarla en el contexto de la Fraternidad Universal por medio de reconocimientos y tratados de amistad, de forma callada y sin estridencias públicas, discretamente, con humildad, pero amparados por nuestra tradición de progreso, el espíritu de tolerancia que ejercitamos permanentemente dentro de un fraternal ambiente de seriedad y honestidad que va mucho más allá de la retórica y se convierte en una forma de vida, reconociendo la pluralidad de la masonería y respetando el ejercicio ritual y formal de las demás obediencias, siempre que se haga con regularidad, siguiendo los antiguos usos y costumbres y de una manera formal, lo que, además, nos ha permitido tener relaciones cordiales con otras obediencias de concepciones diferentes a la nuestra pero, al fin y al cabo, con una misma filosofía masónica.

Estoy seguro que ese camino mantenido en estos últimos veinte años en que celebramos su refundación continuará en el futuro con el mismo sentido masónico de los versos del poeta en el Oriente Eterno citado al principio y que la Gran Logia de Canarias se mantendrá en el pedestal histórico que le corresponde, para que sea posible catalizar su trabajo en beneficio de la humanidad y conseguir una sociedad más libre e igualitaria, en la que la fraternal convivencia deje de ser una mera declaración de principios y constituya una realidad permanente de un Mundo mejor en paz y prosperidad para todos.

S.·. F.·. U.·.

EL SOBERANO GRAN COMENDADOR
DEL SUPREMO CONSEJO DE ESPAÑA

Antonio Márquez Fernández