Mensaje del Muy Respetable Gran Maestro de la Gran Logia de Canarias.

Bienvenidos a este sitio.

Están en el portal de nuestra casa, nuestro Templo, como acostumbramos decir. Ahora podrán asomarse a las ventanas y comprobar que ese misterio en el que se ha envuelto a la Francmasonería en nuestros tiempos es una fantasía. Todo cuanto se pretendiera ocultar está fácilmente accesible en Internet.

Entonces, si la Gran Logia de Canarias es una organización más, ¿qué la hace diferente, por ejemplo, de un club de buenos amigos? Como se describe en algún apartado de este sitio web, generalmente las personas se agrupan en sociedades por identidad de objetivos, por coincidencia en la forma de pensar o por intereses compartidos.

Ninguno de estos motivos se encuentra presente en los principios y fundamentos de la Orden Masónica. Ésta reúne a individuos de distintas religiones, diferentes ideas políticas, desiguales niveles culturales, intelectuales, sociales y económicos. Esto es, múltiples formas de pensar y de vivir. A todas estas personas les une la idea común de Igualdad, Libertad y Fraternidad que cada uno debe aprender, asimilar y desarrollar empleando los métodos que la institución propone.

Nuestro lema “Libertad, Igualdad, Fraternidad” define nuestra filosofía y actuación dentro y fuera de los ámbitos de las Logias. La Libertad es un derecho que ejercemos, cuidamos y defendemos; la Igualdad es un objetivo y un deseo; y la Fraternidad un sentimiento que al mismo tiempo es una herramienta que, instalada en nuestros corazones y mentes, extendemos a nuestros Hermanos, expandiéndola universalmente para obtener y alcanzar nuestros ideales.

 Hay quienes nos califican como una secta. Expliquémoslo claramente: en la Masonería no captamos a nadie, no admitimos a cualquiera; una vez dentro, es muy fácil salir y no imponemos liderazgo, sentimiento, práctica, ideología, dogma ni creencia alguna. Todo lo contrario a lo que sucede en una secta. Uno de los tesoros más importantes de los masones es su libertad y en la Masonería no hay «líderes» indiscutibles a los que seguir.

Ha sido el ejercicio de la libertad de pensamiento lo que impulsó a cientos de ilustres masones de todas las épocas a liderar y conducir importantes acontecimientos de la Historia, desde lo social hasta lo científico, pasando por el arte, la filosofía y la fundación de instituciones que perduran en la actualidad.

En España (junto a unos cuantos países que sufrieron arbitrarias dictaduras), la Masonería no solo se vio perseguida y reprimida hasta el asesinato, sino que también fue denigrada hasta dejar una huella de mal nombre y recelo en la sociedad española. Durante muchos años después de instaurada la democracia, mientras que en otros países relevantes y modernos de nuestro entorno pertenecer a la Masonería era un honor y una garantía pública de ser buena persona y buen ciudadano, en España continuaba siendo motivo de desprecio, desconfianza y rechazo.

Pero los tiempos han ido cambiando. La verdad se ha ido haciendo paso de forma aplastante. Aquellos que desde otros momentos a nuestros días alcanzaron cierto nivel de cultura, o la pujante juventud actual, más preparada y formada que nunca, o los ciudadanos que han logrado liberarse de prejuicios y falsedades, ya han apartado el velo que ocultaba la verdad sobre la Masonería, sus nobles fines y su limpio proceder. Y se interesan y se acercan cada día más para conocer más sobre nuestro Arte.

La Gran Logia de Canarias es una Obediencia masculina que tiene una peculiaridad que nos orgullece: la institución y sus miembros están inmersos en la cultura canaria, sienten la brisa del mar y sus playas, sus paisajes, a la gente, sus recuerdos y su historia, su forma de hablar y de pensar. Buscan su perfección para llegar a ser mejores personas, mejores masones y, sobre todo, mejores canarios, bien insertos en la sociedad de las islas pero abiertos al mundo entero, a toda la humanidad. Fraternos con todos los y las HH de cualquier Obediencia desde el respeto y el cariño más sinceros; defensores de los principios de Libertad; Amor Fraternal a toda la Humanidad sin excepciones; Igualdad en el más amplio sentido del concepto; Tolerancia ante las ideas, creencias y modos de vida ajenos; el Respeto más amplio; la Honradez más absoluta; las Buenas Costumbres; la búsqueda del Progreso y el Bienestar de los pueblos, de la Verdad y de la Armonía; el imperio de la Razón; la Filantropía; la Democracia; la Justicia; la Ética y, en fin, todas las virtudes y preceptos que defiende la Orden Francmasónica desde su origen.

Esperamos que continúen visitándonos. Nos esforzaremos por dar a conocer cómo piensan los masones canarios, sobre nuestros trabajos y nuestros puntos de vista. Y si sienten la necesidad sincera de unirse a este proyecto, no duden en ponerse en contacto con nosotros: emplearemos la escuadra, el compás y la plomada para calibrar la rectitud de su espíritu.

¡Siéntanse en su casa!

Garibaldi 33 (n.·.s.·.) Gran Maestro de la Gran Logia de Canarias.