Desde aquí queremos hacer pública nuestra solidaridad con las familias de las víctimas y de las personas desaparecidas a causa de las inundaciones que sufre nuestro país.
En ocasiones, la naturaleza se abate sobre los pueblos con saña, nos recuerda nuestra pequeñez y nos devuelve a la realidad de las cosas importantes, que van más allá de los titulares que llenan la prensa a diario. Hoy, los masones de la Gran Logia de Canarias no queremos permanecer insensibles al dolor ajeno.
También queremos expresar que tanto el Presidente como el Secretario General del Buró Ejecutivo de la Confederación Internacional de Grandes Logias Unidas (CIGLU) nos remitieron en el día de ayer un comunicado de condolencia donde nos expesaban unas emotivas palabras:
Deseamos de todo corazón que nuestros Hermanos y sus familias se encuentren sanos y salvos, a pesar de las dificultades. Somos conscientes de los considerables sufrimientos y desafíos que está causando esta catástrofe. Nuestros pensamientos y oraciones están con las familias en duelo, los heridos y todos aquellos cuyas vidas han dado un vuelco a causa de esta tragedia.
Que la fraternidad que nos une sea también una fuente de consuelo en estos momentos difíciles. Que la fuerza de nuestros lazos y nuestra solidaridad traigan un poco de Luz a estos tiempos oscuros (…)
Aspiramos a que la ayuda fraternal que siempre hemos demostrado en España cuando la tragedia ha abatido a cualquier pueblo, se haga una vez más patente con generosidad, para ayudar a que los afectados encuentren pronto alivio a sus males y que puedan regresar a su hogar, más temprano que tarde, si ese fuera su deseo.
Y es en estos momentos cuando nos viene a la cabeza un pensamiento del Hermano Wiston Churchill: nunca nos rendiremos. Esto dijo en un famoso discurso en la Segunda Guerra Mundial en el que prometió que el pueblo británico nunca se rendiría. Es un recordatorio del poder de la fuerza, el coraje y la determinación. Recordatorio que sería beneficioso que tuviéramos presente todos para que superando nuestras diferencias, colaboráramos en la planificación que evitara en la medida de lo posible que vuelva a suceder algo parecido, reconstruyéramos lo destruido y aliviáramos el dolor de las víctimas.
Las cometas se elevan más altas contra el viento, no a favor de él (Wiston Churchill).
Imagen de la entrada: máscara de bronce con lágrimas, de Joseph Berardi, Pixabay.
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